A través del Programa de Abasto
Rural y el suministro de la Tarjeta SINHambre, la descentralizada lleva
alimentos con alto valor nutricional
Con unidades de carga, lanchas o
semovientes, Diconsa abastece a los habitantes de las regiones más aisladas del
país
México, DF., a 25 de agosto de
2015
Desde los asentamientos
tepehuanos en la sierra de Durango hasta las faldas del volcán Tacaná, en los
límites de Chiapas y Guatemala, Diconsa moviliza alimentos con alto valor
nutricional para las comunidades más pobres, a través del Programa de Abasto
Rural (PAR) y la tarjeta SINHambre, sin importar los caminos accidentados o las
adversidades del clima.
En el corazón de la Sierra Madre
Occidental se ubica el almacén rural La Guajolota, en el municipio Mezquital,
zona montañosa duranguense donde habita la mayor parte de los grupos indígenas
de la entidad.
Ir a este punto desde la Unidad
Operativa Durango implica una travesía de 240 kilómetros carreteros entre
voladeros y derrumbes ocasionados por la constante lluvia en el área, por
intrincados caminos de terracería, donde los operadores manejan más de tres
horas para llegar a la tienda comunitaria Las Montañas.
José Gerardo Ramírez Carrillo
labora desde hace 30 años con Diconsa como conductor, recuerda que hace una
década tardaba hasta 12 horas en llegar a La Guajolota; “en ocasiones
quedábamos incomunicados varios días en la sierra, pero eso no importaba porque
había que llevar alimentos a quienes realmente los necesitan”.
LA MONTAÑA DE GUERRERO
En la montaña de Guerrero está el
almacén rural Alcholoa, enclavado en la Sierra Madre del Sur. Alimentos
nutricionales y a bajo costo son llevados desde ese lugar hasta la comunidad de
Pocitos de Balcón, para lo cual los choferes de la descentralizada recorren 180
kilómetros entre pavimento y terracería.
Los operadores de tractocamiones
y torton coinciden en que el acceso se complica en temporada de lluvias, al
haber fracturas y poca visibilidad, así como circular por caminos estrechos y
fangosos. El almacén rural Alcholoa abastece también a la localidad Cuatro Cruces,
a más de 150 kilómetros de distancia, la tercera parte de terracería.
Asimismo, la Unidad Operativa
Guerrero tiene a su cargo el almacén rural San Jeronimito, en la Costa Grande,
desde donde se movilizan productos a El Carrizal, para lo cual los trabajadores
transitan 506 kilómetros de terracería.
LLEGAN CON SEMOVIENTES, LANCHAS O
UNIDADES DE CARGA
En Chiapas, la Unidad Operativa
Tapachula atiende ininterrumpidamente el abasto de productos básicos en zonas
de difícil acceso de la sierra y costa chiapanecas, para lo cual las
provisiones se transportan en lanchas, semovientes y otros métodos de carga.
Es el caso del almacén rural
Paredón, que atiende con lancha a los mil habitantes de la ranchería Cachimbo,
y los lancheros de Diconsa tienen que sortear constantemente las tempestades,
ya que de septiembre a marzo los “nortes” asuelan a la región, y de mayo a
octubre los huracanes son un gran peligro, ya que el recorrido es por mar
abierto.
En época de “norte”, los navíos
de Diconsa no pueden encallar en la playa, por lo que se quedan 40 metros mar
adentro, y los habitantes ayudan en el descargue de las mercancías.
La Unidad Operativa Tapachula
cuenta también con 20 semovientes para abastecer a localidades ubicadas en las
faldas del volcán Tacaná, comunidades con estrechos caminos, por lo que el
almacén rural Tuxtla Chico utiliza las bestias de carga para surtir a los
ejidos Azteca, Piedra Parada, Tecoytac, Soledad y Progreso.
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