lunes, 10 de agosto de 2015

EL JUEGO DE LA SILLA de Ana Katz



Temporada

Un Teatro (Nuevo León 46 Col. Condesa México, D.F.)
Fechas: 7 de septiembre al 1 de diciembre
Horario: Lunes y Martes, 20:30 hrs
Costo: $200.00
Descuentos: Estudiantes, maestros, INAPAM y vecinos (Roma-Condesa) $150.00


Elenco
Margarita Sanz, Miguel Conde, Mahalath Sánchez, Gabriela Guraieb, Ana Beatriz Martínez y Alejandro Guerrero


Equipo creativo
Dramaturgia: Ana Katz
Dirección: Angélica Rogel
Producción: Samuel Sosa y Tanya Gómez
Escenografía e iluminación: Mauricio Ascencio
Coordinación de medios: Corina Rojas


Sinopsis

Víctor, radicado en el extranjero, debe viajar hacia su país de origen enviado por la empresa donde trabaja y tendrá solo un día para ir a visitar a su familia que hará hasta lo imposible por homenajearlo en esa breve estadía. Una comedia negra sobre el hijo pródigo que vuelve al hogar después de años solo para descubrir que lo único familiar que reconoce es la incomodidad.


Acerca de la puesta en escena

El juego de la silla es una de las piezas más interesantes en la historia de la comedia reciente en Argentina. Ana Katz, dramaturga, directora, actriz y cineasta argentina, escribió y dirigió en 2002 la versión cinematográfica de esta comedia. Fue una película filmada de manera rupestre; no había un gran presupuesto, no había una gran producción, sin embargo la película contaba con un elemento básico: un maravilloso texto y el ojo certero de una directora (y actriz) que supo explotar a un cuadro atinado de actores y obtener así una impactante pieza que al mismo tiempo retrataba la densidad sofocante de una familia cuyos miembros apenas se soportan, y una hilarante reflexión sobre las relaciones humanas y los núcleos sociales a los que estomas obligados a someternos. La película logró salir al mundo a través de circuitos de festivales y logró entre otros premios una mención especial del jurado del Festival de San Sebastián.

La consecuencia lógica de una película que había sido creada alrededor de cinco personajes y su forzada convivencia en una casa, fue llevar la historia al teatro. El texto revisado, adaptado y perfeccionado por la misma Katz para la experiencia escénica arroja un sinfín de posibilidades que, ni mejores ni peores, resultan distintas a las posibilidades de la película. Nosotros como productores (y originalmente admiradores de la película) descubrimos en el texto para teatro un nuevo mundo, tan mexicano como argentino, humano al fin, que nos inquieta y que nos mueve a hablar de los mismos problemas y de las mismas asimetrías de las relaciones familiares. Sin duda abrazamos con gusto la idea de que El juego de la silla sea una comedia (brillante), puesto que sin ser nunca superflua y vana, alcanza a retratar una problemática a todos inherente: la familia; la obligada pertenencia, los lazos indisolubles, la dualidad entre amor y repulsión, el afán entre sus miembros de buscar la mutua aprobación, de mendigarse cariño y aceptación cuando en el fondo nunca se hubieran elegido unos a otros: en la vida, en la realidad, en el mundo del libre albedrío; sólo así, obligados a la convivencia por los lazos consanguíneos, resulta posible tal combinación de seres tan opuestos como cercanos. La familia. Y abordar semejante tragedia sólo resulta soportable así, a través de una comedia (brillante).

Sin duda creemos que apostarle a este texto es un acierto. Todos los actores que fueron invitados al proyecto aceptaron gustosos y su respuesta fue siempre la misma: el texto es maravilloso. Sólo podemos suponer que estas dosis de genialidad ocurren pocas veces en la vida, y el que vengan envueltas en comedia es un regalo que hay que agradecer. Confiamos en que ustedes y el público coincidirán con nosotros, El juego de la silla en su versión mexicana será sumamente disfrutable y será un proyecto del que se hablará durante mucho, mucho tiempo.
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